Historia

El Instituto Columela no es únicamente un centro educativo más en nuestra ciudad: es toda una institución. Es un referente cultural y educativo para miles de gaditanos y gaditanas que se han formado en sus aulas a través de sucesivas generaciones. Durante mucho tiempo fue el único instituto de Cádiz: EL INSTITUTO. Un centro educativo que desde sus inicios ya mostraba una marcada vocación científica y humanista.

Hablar del Columela es hablar de la historia de Cádiz, de la historia de España de los últimos 158 años. El Instituto sabe de las epidemias de cólera o gripe sufridas por la ciudad, de la guerra de Cuba; de las guerras con Marruecos; de Monarquía, Dictadura y República; del cambio de iluminación de gas a electricidad; de la Guerra Civil; de la explosión de 1947; de la expansión de la ciudad hacia extramuros; de los conflictos sociales; de las famosas huelgas de Astilleros…

Serán las Escuelas de Comercio, Industria y Náutica el embrión del futuro Instituto, que nació bajo la Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857 (Ley Moyano). El Instituto de Cádiz se retrasó porque ya existía el Instituto Padre Luis Coloma (privado) en Jerez (1851) y la Ley establecía que sólo debía existir un instituto provincial. No obstante, y tras numerosas controversias, el Gobierno accedió a establecer por la Real Orden de 14 de enero de 1863 un instituto local de segunda enseñanza en Cádiz. Inmediatamente, las Escuelas Especiales de Comercio e Industria quedaron refundidas en él. Tras muchas dificultades, se estableció en el convento de San Agustín. El domingo 27 de septiembre de 1863 se inauguró solemnemente el curso académico, siendo su director interino Vicente Gómez de Bustamante. El 12 de noviembre de ese mismo año fue nombrado director el sevillano Vicente Rubio y Díaz, catedrático de Química aplicada a las artes, que ocuparía el cargo durante 32 años. 

La conexión que sienten las y los gaditanos con este instituto nace desde la propia creación del centro, ya que se dotó de los recursos necesarios gracias a las cesiones de aparatos, libros y sumas de dinero en efectivo que hizo la propia ciudadanía, donando los volúmenes de sus bibliotecas particulares. 

En 1877 se levanta una torre para observaciones náuticas al impartirse clases de náutica. Incluía un anemoscopio y un anemómetro de péndulo, siendo el primero de toda España tras el del Observatorio de San Fernando.

Poco a poco, el Instituto de Cádiz fue siendo dotado del gabinete de Historia Natural, un gabinete de Física y Química, material para Matemáticas y mapas y globos para Geografía e Historia. Además, se edita un libro escrito por los alumnos de Pedagogía y Lógica, dirigidos por Romualdo Álvarez Espino, que es expuesto en la Exposición Universal de París.

Asciende a la categoría de Instituto Provincial por la Real Orden de 19 de julio de 1876 y como alumnos destacados, podemos citar a Manuel de Falla y Matheu, Alejandro Lerroux o Carlos Castilla del Pino, entre otros.

En el curso 1920/30, bajo la dirección de Noguerol, se pone en marcha la iniciativa de pintar los retratos de los directores del Instituto. En total, son doce los cuadros que hoy día se conservan en la sala de profesorado. Destaca la pintura al óleo de su primer director, Vicente Rubio y Díaz, de la mano del pintor Federico Godoy y cedida por la familia del retratado.

 

Con la dictadura de Primo de Rivera, a partir de 1924, pasa a denominarse Instituto Nacional de Segunda Enseñanza de Cádiz. 

 

En 1940, con la visita del inspector del Ministerio Manuel Chacón Sánchez se aprueba por fin la construcción de un nuevo edificio. Se empiezan las gestiones con el Ayuntamiento y desembocan favorablemente: se cede el solar para la construcción y aportan 250.000 pesetas, según anteproyecto del arquitecto Sánchez Esteve. Pero el inicio de las obras se demoró durante muchos años.

 

En estos años, al cargo de Julio Monzón, se produce una revitalización de la vida académica del Instituto. Coincidiendo con su designación como Instituto Columela en 1943 se edita la revista Columela, de carácter trimestral, que narraba sobre la actividad del centro, con colaboraciones literarias, entrevistas y secciones fijas. Se sigue manteniendo la educación segregada por sexos: “Entre la santa y el santo, pared de cal y canto”, rezaba una máxima de la época.

 

En 1953, el Ayuntamiento cede un solar de su propiedad para la construcción del nuevo edificio para el Instituto, 4.300 metros cuadrados situados frente a las Puertas de Tierra, junto al mar.

 

En el año 1960 se produce toda una eclosión escolar. De 203.911 alumnos matriculados se pasa a 745.044. Ello hace que el Ministerio acelere la construcción del nuevo Instituto y, a sus 99 años de historia, el Instituto gaditano se desdobla: el nuevo edificio queda para los alumnos y la sección femenina pasa definitivamente al de Santa María del Rosario, en el viejo exconvento de San Agustín.

 

El nuevo Instituto cuenta con 2.702 metros cuadrados distribuidos en tres plantas y semisótano con 15 aulas, salón de actos para 550 personas, dos servicios en cada planta, sala de exposiciones, biblioteca y dos amplios vestíbulos. Además, se cede el foso de las Puertas de Tierra, al que se accede desde el Instituto por un túnel excavado desde la planta semisótano (para hacer este túnel, que pasa por debajo de la calle Barcelona se utiliza el arranque de una de las antiguas galerías subterráneas –contraminas- tan frecuentes por esta zona y conocidas en la ciudad como las Cuevas de María Moco). Todo muy amplio y luminoso.

 

El 27 de octubre de 1962 se inaugura el primer curso académico en la nueva sede, su actual emplazamiento, apareciendo el salón de actos. En 1978 se acometen obras de ampliación con la dotación de un gimnasio y algunos seminarios.

 

Con la entrada del curso 1984/85 es nombrada directora Ana Rodríguez Penín, la primera mujer directora del centro en toda su historia.

 

Durante ese mismo curso se inicia una reforma de las Enseñanzas Medias, con la que se trataba de extender la escolarización obligatoria y gratuita hasta los 16 años en una ‘escuela comprensiva’. El Instituto Columela es pionero en esta experimentación.

 

Desde 1985 hasta 1996 es el período del director José A. Pettengui Lachambre, autor del libro El Instituto Columela 1863-1988 (125 años de enseñanza secundaria en Cádiz). Se asigna el Ciclo Formativo de Grado Superior de Biblioteconomía. A finales de los años ochenta el Instituto es pionero en las Reformas de las Enseñanzas Medias.

 

En 1988 se conmemoran los 125 años de existencia del Instituto Columela con actos culturales que rememoran nuestra historia, revalorizando en el medio educativo de la ciudad.

 

En 1996 se promulga la LOGSE y nuestro centro pasa a denominarse Instituto de Enseñanza Secundaria (IES).

 

De 1996 a 2004, periodo del director José Muñoz, se asignan los ciclos formativos de Grado Medio de Comercio y de Grado Superior de Comercio Internacional y de Animación Sociocultural. Desaparecerá el de Biblioteconomía. Será a partir del curso escolar 2000-2001 cuando se determine como centro de adscripción del alumnado de 1º de ESO al CEIP Campo del Sur. 

 

En el año 2004 es elegido director Diego Jiménez Benítez, que ostentará su cargo hasta el curso 2009. Durante su dirección se solicita y se concede el Ciclo Formativo de Grado Superior de Integración Social y comienzan la “modernización” del IES Columela a través de diversas obras de rehabilitación del edificio. El centro solicita su incorporación a planes y proyectos tan importantes como el TIC, lo que origina una informatización global del Instituto, así como la dotación de recursos informáticos para la demanda de las nuevas enseñanzas. Se implantan el Proyecto Escuela Espacio de Paz para trabajar aspectos que mejoren la convivencia, basados en el respeto y actitudes pacíficas; el Plan de Compensatoria para atender la formación de un alumnado en desventaja; la tutoría de coeducación para trabajar la igualdad y el Plan de Apertura para ofertar al alumnado de la ESO diversas actividades extraescolares.

 

Durante estos años también se incrementa el número de alumnado extranjero que cursa estudios de Bachillerato y se designa al Instituto Columela Patrimonio Educativo Andaluz. Se nos concede el PCPI de Auxiliar de Oficina y el nuevo Ciclo de Grado Superior de Gestión del Transporte. En paralelo, se constituye la Asociación de Antiguos Alumnos y Alumnas del Instituto Columela.

 

Con la entrada del curso escolar 2009-2010 es elegido director Francisco Luis Vaca Valera, que permanecerá hasta su jubilación en el curso 2013-2014.  

 

Es en ese periodo cuando se obtiene el reconocimiento de buenas prácticas de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía como Centro de Convivencia Positiva y dentro del proyecto Red: Escuela Espacio de Paz. El Instituto recibe el I Premio Cronos, concedido por el Ayuntamiento de Cádiz por destacar en la racionalización de los horarios y la conciliación de la vida laboral y  familiar. La Corporación Municipal en pleno le otorga la Medalla de Oro de la Ciudad de Cádiz por su trayectoria como referente educativo y cultural y su contribución a la formación de miles de ciudadanos y ciudadanas a lo largo de su historia. Recibe también la Placa al Mérito de la Educación de la Junta de Andalucía y la Medalla de la Provincia de Cádiz de la Diputación Provincial.

 

Entre 2015 y 2020 sustituye al anterior director José Antonio Cordera Castro, implantándose en este periodo la Formación Profesional Dual y el Ciclo Superior de Gestión de Ventas y Espacios Comerciales, siendo este centro educativo y su profesorado un referente en esta modalidad formativa. Esta es una etapa llena de actividades creativas y expansivas, no solo hacia la propia ciudad sino más allá de nuestras fronteras.

 

De la mano de Coral González Gómez, su actual directora, el Columela se ha incorporado a numerosos proyectos innovadores como el Programa Aldea (cuidado del medio ambiente), AuladCine, ConRED (prevención del acoso escolar y ciberacoso), PROA, Escuelas Deportivas, PROA+… y muchos más que se desgranan en esta misma web. 

 

Entre otras de las iniciativas que están gestando, destaca la creación de un Centro de Interpretación de la Educación por parte de las delegaciones territoriales de Cultura y  de Educación desde el que se daría a conocer a toda la sociedad la evolución de la educación pública en estos casi 160 años de historia.

 

Durante toda su trayectoria, el Columela -nombre que popularmente se le ha otorgado a nuestro Instituto por las y los discentes y docentes que han pasado por sus aulas- ha sabido adaptarse a los sucesivos cambios sociales y avatares históricos y, esto es muy importante, sin interrumpir su labor educativa.

 

Se ha sumergido plenamente en loscambios sociológicos de la juventud, en las  reformas educativas y en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Hoy nuestro centro se enorgullece de dar resolución pacífica a los escasos conflictos que pueden acontecer dentro de una población escolar que se aproxima al millar de alumnos y alumnas. Un centro donde se respira y se emana paz.

 

Debemos apuntar que las instalaciones del centro siempre han permanecido y permanecen abiertas para cubrir un espacio y dar soporte para las actividades socioculturales que demanda la población.

 

Destacar, y tal vez este factor sea el más importante en la actualidad, que nuestro centro atiende a la población escolar del Barrio de Santa María, uno de los barrios más singulares de la ciudad, pero que azotado constantemente por graves problemas socioculturales y económicos. Problemas complejos que nuestra comunidad educativa ha sabido entender y atender.

 

Toda esta obra ha sido mantenida a través del tiempo con gran esfuerzo y dedicación por todos aquellos hombres y mujeres que, viendo la importancia de la labor de nuestro Instituto, fueron integrándose y dando su aporte para continuarla y adecuarla a los tiempos, circunstancias y necesidades que les tocó vivir. Gracias a cada uno de ellos y ellas.